
La asimetría postural es un sello distintivo de los niños con diagnóstico de hemiparesia infantil. Presentan un control postural deteriorado, exhibiendo una distribución asimétrica de peso sobre la base de soporte durante las actividades estáticas y dinámicas de la vida diaria.
Estas alteraciones posturales pueden contribuir a la aparición de estrategias de compensación de la extremidad superior e inferior durante la marcha y las actividades cotidianas.
La alineación postural simétrica se logra de manera temprana en el desarrollo cuando un niño se sienta y es capaz de realizar transiciones para explorar un objeto de un lado a otro dentro de su entorno. Un niño demuestra control postural cuando puede sentarse o pararse mientras mantiene el centro de gravedad dentro de los límites de la bases de sustentación o apoyo. Además, la simetria postural depende de un control postural adecuado, que se define como la capacidad de controlar la posición del cuerpo en el espacio para lograr su orientación y estabilidad.
Determinadas terapias intensivas como la Terapia de Movimiento Inducido por Restricción o la Terapia Intensiva Bimanual no solamente mejoran la funcionalidad de la extremidad superior afectada, sino que al fomentar el uso y calidad de movimiento se reducen las estrategias de compensación y mejora la simetría postural.
Las terapias intensivas no solo mejoran el uso espontáneo o la calidad de movimiento de la extremidad superior afectada, si no también dan oportunidad de favorecer el equilibrio y la estática postural del niño diagnosticado de hemiparesia infantil.