
Las terapias intensivas dirigidas a la mejora de la función de la extremidad superior en afectación unilateral como puede ser la parálisis braquial obstétrica o la hemiparesia infantil han demostrado su eficacia a través de numerosos estudios.
Sabemos que su aplicación produce un incremento del uso y la calidad de movimiento de la extremidad superior afectada. Incluso se ha podido apreciar un cambio conductual del niño cuando ha finalizado el protocolo de tratamiento en relación a una mayor aceptación de su brazo, mayor participación en el entorno y reducción de la frustración.
Tomar la decisión de hacer terapias intensivas no es fácil, menos realizarlas en el hogar y con la implicación de la familia, pues genera miedos, angustia de perder su rutina, de no saber hacerlo bien, multitud de inquietudes que hay que tener presentes y resolver antes de comenzar para que se reduzcan o eviten las complicaciones.
¿Qué piensan las familias antes de iniciar una terapia intensiva en casa como puede ser la terapia de movimiento inducido por restricción o conocida como terapia restrictiva?
«La intensidad del protocolo no va a poder realizarse en casa, son demasiadas horas para organizarlo»
«No ser capaces de conducir y ayudar al niño/a en la ejecución de las actividades y cubrir sus necesidades»
¿Qué ocurre cuando finaliza la terapia intensiva en el hogar?
«Capacitación en la ejecución de las actividades elegidas y propuestas para ejecutar durante el tratamiento»
«Satisfacción por conocer cómo abordar las necesidades del niño/a según avanza la terapia, qué modificaciones necesita, cómo motivarlo…»
«Seguridad en la intervención realizada con el niño/a a través del acompañamiento y seguimiento del terapeuta para realizar un correcto abordaje y obtener la capacidad de conducir la intervención»
«Descubrir que la terapia es un juego, siempre y cuando así lo consideres, y por tanto, se puede reducir la frustración»
«No es fácil, es sacrificado, pero los resultados hacen que no quieras que finalice, tú te sientes fuerte y satisfecho/a y ves que el niño/a ha establecido un vínculo tan alto contigo que no quieres que desaparezca»
«A veces es el principio de un cambio importante para la vida de la familia y el niño/a, pero tienes que estar preparado/a para asumir las posibles complicaciones y si no es el momento, no pasa nada, se espera o se toma otro camino, no te sientas presionado/a»
El éxito de las terapias intensivas en el hogar y con la implicación de la familia, depende de multitud de factores previos a su ejecución. Por ello, no todos los niños y familias están en el mismo proceso y requieren de las mismas atenciones. No hagas terapia intensiva solo por el diagnóstico, si no porque sea realmente necesario y que una valoración previa así lo indique.
Toma el tiempo que necesites en el viaje