Finalizaremos el bloque de coordinación viso-motora hablando de la planificación de la acción, y lo haremos a través de la definición y ejemplos de tareas sencillas o parciales y tareas complejas o totales.
¿Comenzamos?
la planificación de la acción es un componente fundamental dentro de la coordinación viso-motora y que permite al niño junto con el tiempo de reacción y tiempo de ejecución total de la tarea, estructurar la actividad que se va a realizar, la estrategia funcional que se va a emplear, cómo se va a desarrollar, la trayectoria de movimiento de la extremidad superior, qué función va a tener (estabilizadora-manipuladora), qué tipo de prensión manual, fuerza se va a ejecutar…
Todas estas características anteriores son necesarias para cualquier actividad de la vida diaria como es por ejemplo coger un vaso, lanzar una pelota, llevarse una cuchara a la boca, quitarse los calcetines, ponerse los zapatos….Permiten que logremos el éxito de la actividad de manera adecuada cuando previamente ha existido una aprendizaje de la misma a través de la exploración que ha dado lugar a las estrategias funcionales de uso para hacer la tarea, gracias a la práctica mediante el ensayo-error.
¿Qué es una tarea parcial o simple?
Consideraremos una tarea parcial o simple a aquella actividad que no necesite de una programación de la ejecución anticipada compleja, sino que englobe únicamente una acción donde cada una de las manos recibe un rol durante la tarea y por ello, la planificación de la acción es fácil porque cuando se enseña la tarea, el niño es capaz de realizarla de manera exitosa, aunque las primeras veces requiera de mayor tiempo de ejecución y diversos cambios de estrategia para conseguirla hasta que exista un aprendizaje y por tanto, una automatización de la misma.
En el ejemplo de «Pelar una mandarina» podemos de decir que solamente tiene una secuencia de dentro de la acción que implica la planificación única de analizar qué requisitos necesita y que estrategia va a emplear para hacer la «acción». El niño previamente analiza que una mano debe realizar la función de asistencia y la otra mano la función de manipulación, y será así durante toda la tarea. Los ajustes que harán que el tiempo de ejecución de la tarea se reduzca serán encontrar y seleccionar la estrategia de estabilización con la fuerza y reajuste de agarre adecuado, prensión adaptada al objeto, sostenimiento activo de la mandarina. Para la manipulación de la mandarina, es decir, para pelarla, se necesita extensión de muñeca, apertura de la mano, fuerza distal a nivel de los dedos, disociación de los movimientos de los dedos.

¿A qué llamamos Tarea total o compleja?
Una tarea total, a diferencia de la tarea parcial se constituye de diferentes acciones dentro de la misma tarea (varias tareas parciales), por tanto, el niño necesita para su ejecución una anticipación de la acción para elegir la estrategia funcional óptima para su ejecución, que previamente hará separando cada secuencia de la tarea o pequeñas acciones dentro de la misma en un tiempo prolongado y que posteriormente a través del ensayo y el error, podrá realizar de manera continuada toda la tarea porque se haya producido un aprendizaje y se controle la planificación de la acción adecuadamente a través del fenómeno de la anticipación donde se programarán todos los requisitos que se necesitan para lograr la actividad propuesta.
Este tipo de actividades requieren de una atención prolongada, de una madurez cerebral que permita al niño desglosar, analizar cada componente de la tarea, cambiar el rol de cada mano si es necesario, modificarse el escenario de ejecución…diferentes factores que si no tenemos en cuenta y lo llevamos a una edad muy temprana podemos producir frustración y rechazo. Por ello, se aconseja comenzar a partir de los 3 años de edad como mínimo donde el niño ya tiene periodos de atención más prolongados, puede permanecer más tiempo haciendo una actividad y está más estructurado el rol manual.
Si ponemos el ejemplo de «Lavarse los dientes» Esta tarea total está compuesta por varios sub-componentes (tareas parciales) : Coger la pasta de dientes, abrir la pasta de dientes, coger el cepillo de dientes, arrojar pasta al cepillo de dientes, lavar los dientes, abrir el grifo, coger un vaso, llenar el vaso de agua, cerrar el grifo, enjuagar la boca con vaso, coger la toalla y secar la cara, dejar la toalla.

Esta tarea total o compleja se podría dividir en los diferentes componentes (en el caso de cada niño, según cultura o necesidades, los componentes varían. Pero lo que se quiere dar a entender es la multitud de tareas parciales que hacemos de manera automática dentro de una tarea cotidiana. Todo ello ha sido posible porque previamente hemos ido trabajando cada una de estas acciones dentro de la tarea total de manera independiente, reconociendo el rol que hace cada una de nuestras manos en los diferentes sub-componentes, que orientación-reajuste del antebrazo se debe realizar para estabilizar el objeto, a qué distancia, cuál es el alcance que se debe emplear y con qué prensión se debe coger, transportar y liberar el objeto. Cuando se ha finalizado esa acción se debe realizar la siguiente la cual primero debe ser programada-aprendida para que posteriormente pueda ser anticipada inmediatamente al acto y salga de manera automática con la estrategia funcional correcta y para ello, hay que dar tiempo y oportunidad de aprendizaje y exploración de los diferentes objetos que forman parte del entorno cotidiano del niño.
Cuando nos encontramos con un niño que tiene un problema de coordinación-visomotora, y por tanto, alteración de la planificación de la acción, primero se trabajarán tareas parciales en un tiempo concreto por ejemplo 15 minutos y se irá reduciendo el tiempo de ejecución de la tarea según el niño vaya realizando la repetición de la misma y ganando destreza y automatización de los componentes necesarios en la actividad. Posteriormente, se trabajarán las actividades totales, a través de actividades parciales que se hayan ejecutado de manera independiente previamente y que el niño sepa anticipar la ejecución de las mismas y planificar su desarrollo cuando se le pide hacerlas, el desafío estará en hacerlas de manera seguida y no independiente, dando un tiempo mayor en las primeras pruebas y reduciéndose posteriormente para que el niño sea capaz de adquirir una resolución de la tarea en un tiempo lo más parecido al de un niño con desarrollo típico y de esta manera lograr el éxito de la actividad con una planificación de la acción eficaz.